miércoles, 11 de noviembre de 2009

VAMPIROS PRIMERA PARTE




Por que no podia faltar en un blog de fantasia los vampiros bueno pues hay mucho acerca de los vampiros y tal ves no logre abarcarlo todo asi que les agradeceria que si saben algo mas lo dejen en los comentarios pero porfavor no olviden de dejar bibliografia como referencia(p.d. los libros de estephani meyer y anee rice no son de estudio son novelas por lo que no se toman como libros de estudio o texto).




Aunque a veces puede parecer que fue Bram Stoker, con Drácula, el creador del vampirismo y del mito del vampiro, los orígenes de esta criatura se remontan a tiempos inmemoriales.
Casi siempre tratamos, por lo tanto, de buscar los orígenes del vampirismo o de los vampiros en la literatura y tal vez no vamos mal encaminados, pero no debamos limitarnos a las obras fantásticas que están inspiradas en ellos.
Los egipcios, los chinos, los babilonios, los griegos o los romanos, entre otras muchas civilizaciones, hablaban ya hace mucho tiempo de criaturas y monstruos que chupaban la sangre.
La palabra vampiro tiene traducción idéntica en multitud de países: vampyr en Serbia, pamgri en Hungría, danag en Filipinas, kosac en croata, upir en ruso y muchísimas más.
El origen etimológico de la palabra "vampiro" es eslavo ( "vampir") y su significado sería algo a medias entre un ser volador, bebedor-succionador de sangre y lobo.
Posteriormente, a través del alemán, el término pasaría al húngaro, aunque no parece introducirse en las lenguas de la Europa Occidental hasta 1730, a causa de un misterioso episodio de histeria colectiva desatado precisamente en Hungría.
Pero remontémonos mas atrás en el tiempo y hagamos un pequeño repaso de la figura del vampiro a lo largo de la historía y su presencia en las diferentes culturas:
En el antiguo Egipto encontramos deidades vampíricas como Srun, caracterizado por aspecto de lobo con largos colmillos, que se alimentaba de los cuerpos de sus víctimas humanas
En la antigua Grecia, existía en su mitología la leyenda de "Lamia'', que era hija del rey oriental Belus y cuyos hijos fueron asesinados por la diosa Hera al conocerse que ''Lamia'' tuvo un romance con Zeus. Para vengarse, ''Lamia'' comenzó a perseguir a todos los niños que se encontraba para extraerles la sangre para alimentarse. Esta leyenda se convirtió en superstición que se transmitía en las zonas rurales de Grecia y que contaba que ''Lamia'' atacaba a todos los viajeros extraviados, seducidos por la belleza de la "chupasangre". Este caso es el más parecido a la concepción histórica de vampiro. También en la mitología griega se encuentra el caso de ''Empusa'', hija de la diosa Hécate, un ser con pies de bronce y monstruoso que podía transformarse en una bella mujer y conquistaba a los hombres para aprovecharse de su sangre. Además en la Hélade existían en sus leyendas las ''striges'', deidades con rostro de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras estos dormían. También existía un ser llamado ''Vrycolaka'', que atacaba a su familia después de muerto.
Autores como Virgilio, Plinio, Herodoto, Homero o Aristófanes creían en la existencia de licántropos, además de otros seres espectrales denominados "empusas" - emparentados posteriormente con los "lémures" romanos (espíritus de difuntos) - que adoptaban aspectos diferentes para asesinar niños y alimentarse de su sangre.
En la Roma Clásica, además de los ya mencionados "lémures", se temía también la aparición de Strix, un vampiro volador que sembraba el terror entre los campesinos.
En la antigua china se temía a un vampiro capaz de chupar la sangre de sus víctimas en unos pocos segundos, llamado "Kiang". Además también se tiene conocimiento de un diablo, "Giang Shi", que actuaba de la misma manera.
Haciéndo un considerable salto en el tiempo, en el folclore centroeuropeo, especialmente en Rumania, nos encontramos con que los campesinos sentían un profundo temor ante la siempre intuída presencia del "Strigoi", un repugnante ser con patas de caballo o cabra, que se alimentaba de su sangre mientras dormían.
Todo esto sin olvidar que, según algunas interpretaciones del Antiguo Testamento, el primer vampiro de la historia fue Caín ya que, después de matar a su hermano Abel, renegó de Dios y fue condenado a vagar el resto de sus días, oculto en las tinieblas, lejos de la luz del sol, alimentándose "de cenizas y de sangre". Aunque a veces puede parecer que fue Bram Stoker, con Drácula, el creador del vampirismo y del mito del vampiro, los orígenes de esta criatura se remontan a tiempos inmemoriales.
Casi siempre tratamos, por lo tanto, de buscar los orígenes del vampirismo o de los vampiros en la literatura y tal vez no vamos mal encaminados, pero no debamos limitarnos a las obras fantásticas que están inspiradas en ellos.
Los egipcios, los chinos, los babilonios, los griegos o los romanos, entre otras muchas civilizaciones, hablaban ya hace mucho tiempo de criaturas y monstruos que chupaban la sangre.
La palabra vampiro tiene traducción idéntica en multitud de países: vampyr en Serbia, pamgri en Hungría, danag en Filipinas, kosac en croata, upir en ruso y muchísimas más.
El origen etimológico de la palabra "vampiro" es eslavo ( "vampir") y su significado sería algo a medias entre un ser volador, bebedor-succionador de sangre y lobo.
Posteriormente, a través del alemán, el término pasaría al húngaro, aunque no parece introducirse en las lenguas de la Europa Occidental hasta 1730, a causa de un misterioso episodio de histeria colectiva desatado precisamente en Hungría.
Pero remontémonos mas atrás en el tiempo y hagamos un pequeño repaso de la figura del vampiro a lo largo de la historía y su presencia en las diferentes culturas:
En el antiguo Egipto encontramos deidades vampíricas como Srun, caracterizado por aspecto de lobo con largos colmillos, que se alimentaba de los cuerpos de sus víctimas humanas
En la antigua Grecia, existía en su mitología la leyenda de "Lamia'', que era hija del rey oriental Belus y cuyos hijos fueron asesinados por la diosa Hera al conocerse que ''Lamia'' tuvo un romance con Zeus. Para vengarse, ''Lamia'' comenzó a perseguir a todos los niños que se encontraba para extraerles la sangre para alimentarse. Esta leyenda se convirtió en superstición que se transmitía en las zonas rurales de Grecia y que contaba que ''Lamia'' atacaba a todos los viajeros extraviados, seducidos por la belleza de la "chupasangre". Este caso es el más parecido a la concepción histórica de vampiro. También en la mitología griega se encuentra el caso de ''Empusa'', hija de la diosa Hécate, un ser con pies de bronce y monstruoso que podía transformarse en una bella mujer y conquistaba a los hombres para aprovecharse de su sangre. Además en la Hélade existían en sus leyendas las ''striges'', deidades con rostro de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras estos dormían. También existía un ser llamado ''Vrycolaka'', que atacaba a su familia después de muerto.
Autores como Virgilio, Plinio, Herodoto, Homero o Aristófanes creían en la existencia de licántropos, además de otros seres espectrales denominados "empusas" - emparentados posteriormente con los "lémures" romanos (espíritus de difuntos) - que adoptaban aspectos diferentes para asesinar niños y alimentarse de su sangre.
En la Roma Clásica, además de los ya mencionados "lémures", se temía también la aparición de Strix, un vampiro volador que sembraba el terror entre los campesinos.
En la antigua china se temía a un vampiro capaz de chupar la sangre de sus víctimas en unos pocos segundos, llamado "Kiang". Además también se tiene conocimiento de un diablo, "Giang Shi", que actuaba de la misma manera.
Haciéndo un considerable salto en el tiempo, en el folclore centroeuropeo, especialmente en Rumania, nos encontramos con que los campesinos sentían un profundo temor ante la siempre intuída presencia del "Strigoi", un repugnante ser con patas de caballo o cabra, que se alimentaba de su sangre mientras dormían.
Todo esto sin olvidar que, según algunas interpretaciones del Antiguo Testamento, el primer vampiro de la historia fue Caín ya que, después de matar a su hermano Abel, renegó de Dios y fue condenado a vagar el resto de sus días, oculto en las tinieblas, lejos de la luz del sol, alimentándose "de cenizas y de sangre".


VAMPIROS en el FOLKLORE EUROPEO:

Los vampíros existen en el folklore de diferentes culturas del mundo desde hace cientos de años,
en China son monstruos de piel verde y cabello rosado y brillantes ojos rojos, en Grecia, mujeres
cuya parte inferior del cuerpo es una serpiente alada llamadas Lamia; en Japón son los Koomari,
La cabeza Penanggalang en Malasia. Estos son tan sólo los diversos 'vampíros' de las culturas
orientales, o lo que para estas cultura es un vampíro.

El vampíro al que conocemos e identificamos como tal, tiene sus orígenes en el folklore y
misticísmo de Europa del Este, sin embargo, estos mítos fueron influenciados por los mítos
chinos y de otras partes de oriente, durante intercambios de materias con ellos, de este modo
se propagaron dichos mitos en la cultura de Europa del Este, principalmente en el área
correspondiente a los Balcánes en las culturas eslávas y las montañas Carpathian en Hungría y
Transilvania, lo que ahora se conoce como Rumania.
Los pueblos de estas regiones, creían que existían personas maldecidas que, una vez muertos, salían de sus tumbas durante la noche, para alimentarse de sus propios familiares o cualquier transeunte de la localidad, su alimento por supuesto, era la sangre de los vivos.

Para librarse de los vampíros, la gente recurría a todo lo que estuviera a su disposición, se decía que el ajo los auyentaba y por ello colgaban racímos de ajo sobre las puertas, besaban un ajo antes de dormir y colgaban cruces sobre sus cabeceras. También decidían entretenerlos dejando caer sobre sus tumbas puñados de pequeñas semillas, pues se decía que tenían una fasinación por contar objetos, así que pasaban la noche contando las semillas y para cuando terminaban, el sol comenzaba a salir y debían regresar a sus tumbas.

Estos son algunos detalles de manera general en que coinciden los distintos mitos europeos, sin embargo, cada región tiene sus propias formas y variedades de vampíros. En la región de los Eslávos se dá una de las mayores fuentes de mitos sobre los vampíros; ellos categorizaban a un futuro vampíro de acuerdo a ciertas características, por ejemplo, se decía que aquellos nacidos
con una membrana o cola, es decir, cualquier deformidad física o bien nacido con un diente, dado que los recién nacidos no tienen dientes; también aquellos concebidos en determinados días y horas, aquellos que sufrieran una muerte violenta o fueran excomulgados, estaban condenados a ser vampíros y para evitar sus acéchos se les dejaban caer puñados de semillas para entretenerlos contando o bien atravesar el cuerpo con estácas para evitar que salieran de la tumba.
Los pueblos de estas regiones, creían que existían personas maldecidas que, una vez muertos, salían de sus tumbas durante la noche, para alimentarse de sus propios familiares o cualquier transeunte de la localidad, su alimento por supuesto, era la sangre de los vivos.

Para librarse de los vampíros, la gente recurría a todo lo que estuviera a su disposición, se decía que el ajo los auyentaba y por ello colgaban racímos de ajo sobre las puertas, besaban un ajo antes de dormir y colgaban cruces sobre sus cabeceras. También decidían entretenerlos dejando caer sobre sus tumbas puñados de pequeñas semillas, pues se decía que tenían una fasinación por contar objetos, así que pasaban la noche contando las semillas y para cuando terminaban, el sol comenzaba a salir y debían regresar a sus tumbas.

Estos son algunos detalles de manera general en que coinciden los distintos mitos europeos, sin embargo, cada región tiene sus propias formas y variedades de vampíros. En la región de los Eslávos se dá una de las mayores fuentes de mitos sobre los vampíros; ellos categorizaban a un futuro vampíro de acuerdo a ciertas características, por ejemplo, se decía que aquellos nacidos
con una membrana o cola, es decir, cualquier deformidad física o bien nacido con un diente, dado que los recién nacidos no tienen dientes; también aquellos concebidos en determinados días y horas, aquellos que sufrieran una muerte violenta o fueran excomulgados, estaban condenados a ser vampíros y para evitar sus acéchos se les dejaban caer puñados de semillas para entretenerlos contando o bien atravesar el cuerpo con estácas para evitar que salieran de la tumba.

Para destruírlos podían enterrársele estacas en el pecho, decapitarlos y colocar la cabeza entre las piernas, rociar la tumba con agua bendita e incluso exorcismos.

El "Vampíro" más famoso del mundo por obra de la literatura de horror, proviene de Rumania y allí, los mítos son variantes de los vampíros eslovacos, a estos se les llamaba Strigoi, los cuales se dividían en 2 tipos, los Vii y los Mort, los Vii eran brujas y hechiceros que eran capaces de separar sus almas de su cuerpos para encontrarse con las almas de otros Vii o Mort, algo similar al pandemonium de las brujas inglésas. Al morir estás brujas y hechiceros, eran llamados Mort y volvían de la muerte para alimentarse de la sangre de los vivos hasta vaciarlos, eran entonces Vampíros.

Según el mito rumano, una persona se convertiría en vampíro si nacía con alguna deformidad física, si había sido mordido por un vampíro hasta casi vaciarlo de sangre, al morir se transformaría en uno de ellos, los que habían sido maldecidos por uno y aquellos que jugaban con la magia negra corrían el riesgo de ser un vampíro al morir, igualmente aquellos que sufrieran de una muerte no natural, serían vampiros.


Una de las formas que se tenían para detectar a los vampíros en la antigua Transilvania y sus alrededores más cercanos, antes de que estos despertaran y atacaran a la población, era llevar un caballo previamente bendecido por el sacerdote local, al cementerio y allí hacerlo pasar por sobre las tumbas, aquella tumba por la que el caballo se rehusara a pasar era donde descansaba un vampíro y procedían a enterrar una enorme estaca de madera en la tumba, en el área donde se intuyera estaba el pecho o el cuello.


Vampiros Eslavos

El pueblo eslavo incluye a la mayoría de los europeos del este de Rusia a Bulgaria, Serbia a Polonia tienen el folklore y leyendas de vampiros más ricas del mundo. Los eslavos vinieron del norte del Mar Negro y estaban muy asociados con los Iraníes. Antes del siglo VIII dC migraron al norte y al oeste, a donde están ahora. La Cristianización empezó casi cuando llegaron a sus nuevas tierras. Pero a través del siglo IX y X la Iglesia Ortodoxa oriental y la Iglesia Católica Apostólica Romana luchaban entre ellas por la supremacía. Formalmente se separaron en el año 1054 dC, y los búlgaros, rusos y serbios quedaron como ortodoxos, mientras que los polacos, checos y croatas se hicieron católicos. Esta separación causó una gran diferencia en la cultura vampírica – la Iglesia Católica creía que los cuerpos que no se corrompían eran santos, mientras los ortodoxos creían que eran vampiros.

El origen de los mitos vampíricos eslavos se desarrolló en el siglo IX como resultado del conflicto entre el paganismo pre-cristiano y el cristianismo. El cristianismo venció, quedando los vampiros y otras creencias paganas sobreviviendo en el folklore.

Hay diferentes tipos de Strigoi: los Strigoi Vii son brijas vivas que se volverán vampiros al morir. Pueden hacer que sus almas salgan de noche para encontrarse con otras brujas o con Strigoi Mort que son vampiros muertos. Los Strigoi Mort son los cuerpos reanimados que vuelven para beber la sangre de familiares, ganado y vecinos.

Una persona nacida con una membrana, una cola o fuera de matrimonio, o alguien que muriera de forma no natural, o muriera antes de ser bautizado, estaba condenado a volverse un vampiro. También lo estaba el séptimo hijo del mismo sexo en una familia, el hijo de una mujer embarazada que no comía sal o cuidada por un vampiro, o bruja. Y naturalmente, ser mordido por el vampiro, significaba la certera condenación a una existencia vampírica tras la muerte.

El Vircolac a quien a veces se menciona en el folklore estaba más cercanamente relacionado a un lobo mitológico que podía devorar el sol y la luna y luego fue conectado más con los hombres lobos que con los vampiros. La persona afectada de licantropía podía convertirse en perro, cerdo o lobo.

El vampiro usualmente recién era detectado cuando atacaba a su familia o ganado, o lanzaba cosas alrededor de la casa. Se creía que los vampiros, al igual que las brujas, eran muy activos durante la víspera del Día de San Jorge (22 de abril en el calendario Juliano, 4 de mayo en el Gregoriano), la noche en se suponía que todas las formas de mal circulaban al máximo. El día de San Jorge aun se celebra en Europa.

Se podía descubrir a un vampiro en su tumba buscando de agujeros en la tierra, un cadáver no descompuesto con una cara roja, o que tuviera un pie en la esquina del ataúd. A los vampiros vivos se los desenmascaraba distribuyendo ajo en la iglesia, y fijándose en quién no lo comía.

Se abrían frecuentemente las tumbas tres años después de la muerte de un niño, cinco después de la muerte de un joven o siete años después de la muerte de un adulto para descubrir el vampirismo.

Algunas pruebas de que un vampiro estaba rondando la vecindad: Muerte de ganado bovino, ovino,
muerte de parientes, vecinos, cuerpos exhumados que estaban en un estado como de vida con crecimiento de las uñas o el pelo, o si el cuerpo estaba hinchado como un tambor, o si había sangre en la boca y el cuerpo tenía una complexión saludable. Los vampiros podían ser destruidos con estacas, la decapitación (los Kashubs ponían la cabeza entre los pies), fuego, repitiendo el servicio funerario, agua bendita




Rumania

Rumania está rodeada por países eslavos, lo que hace que no sea sorprendente que sus vampiros son variantes del vampiro eslavo. Se los llama Strigoi, basado en el término romano strix para búho, que también pasó a significar demonio o bruja.

Hay diferentes tipos de Strigoi: los Strigoi Vii son brijas vivas que se volverán vampiros al morir. Pueden hacer que sus almas salgan de noche para encontrarse con otras brujas o con Strigoi Mort que son vampiros muertos. Los Strigoi Mort son los cuerpos reanimados que vuelven para beber la sangre de familiares, ganado y vecinos.

Una persona nacida con una membrana, una cola o fuera de matrimonio, o alguien que muriera de forma no natural, o muriera antes de ser bautizado, estaba condenado a volverse un vampiro. También lo estaba el séptimo hijo del mismo sexo en una familia, el hijo de una mujer embarazada que no comía sal o cuidada por un vampiro, o bruja. Y naturalmente, ser mordido por el vampiro, significaba la certera condenación a una existencia vampírica tras la muerte.

El Vircolac a quien a veces se menciona en el folklore estaba más cercanamente relacionado a un lobo mitológico que podía devorar el sol y la luna y luego fue conectado más con los hombres lobos que con los vampiros. La persona afectada de licantropía podía convertirse en perro, cerdo o lobo.

El vampiro usualmente recién era detectado cuando atacaba a su familia o ganado, o lanzaba cosas alrededor de la casa. Se creía que los vampiros, al igual que las brujas, eran muy activos durante la víspera del Día de San Jorge (22 de abril en el calendario Juliano, 4 de mayo en el Gregoriano), la noche en se suponía que todas las formas de mal circulaban al máximo. El día de San Jorge aun se celebra en Europa.

Se podía descubrir a un vampiro en su tumba buscando de agujeros en la tierra, un cadáver no descompuesto con una cara roja, o que tuviera un pie en la esquina del ataúd. A los vampiros vivos se los desenmascaraba distribuyendo ajo en la iglesia, y fijándose en quién no lo comía.

Se abrían frecuentemente las tumbas tres años después de la muerte de un niño, cinco después de la muerte de un joven o siete años después de la muerte de un adulto para descubrir el vampirismo.

Algunas medidas para prevenir que una persona se convirtiera en vampiro: quitar la membrana del recién nacido y destruirla antes de que el bebé pudiera comerse nada de ella, la preparación cuidadosa de los cuerpos muertos, incluyendo la prevención de que animales pasaran por arriba del cuerpo, poner una rama espinosa de rosa salvaje en la tumba, y poner ajo en las ventanas y frotarlo en el ganado, especialmente en los días de San Jorge y San Andrés.

Para destruir a un vampiro, se atravesaba el cuerpo con una estaca, y luego se lo decapitaba, para después ponerle ajo en la boca. En el siglo XIX la gente disparaba una bala a través del ataúd. En casos de resistencia, el cuerpo era descuartizado y se quemaban los pedazos, se los mezclaba con agua, y se los daba a los miembros de la familia como cura.Los Gitanos y los vampiros

Incluso hoy en día, los gitanos aparecen frecuentemente en la literatura y cine vampírico, sin duda debido a la influencia del libro “Drácula” de Bram Stoker, en donde los gitanos Szgany servían a Drácula, transportaban sus cajas de tierra y lo cuidaban.

En realidad, los gitanos se originaron como tribus nómadas en el norte de India, pero obtuvieron su nombre de la antigua creencia de que venían de Egipto. Para el año 1000 dC comenzaron a esparcirse hacia el oeste y se establecieron en Turquía por un tiempo, incorporando muchas palabras turcas a su idioma Romany.

Para el siglo XIV estaban en los Balcanes, y dos siglos después ya se habían esparcido por toda Europa. Los gitanos llegaron a Rumania poco tiempo antes del nacimiento de Vlad Drácula en 1431.

Su religión es compleja y varía entre las tribus, pero tienen un dios llamado O Del, además del concepto de las fuerzas del Bien y el Mal y una fuerte relación y lealtad a los parientes muertos. Creían que el alma del muerto entraba en un mundo similar al nuestro, excepto que allí no hay muerte. El alma se quedaba cerca del cuerpo y a veces quería regresar. Los mitos gitanos de los muertos vivos se agregaron y enriquecieron la mitología vampírica de Hungría, Rumania y los países eslavos.

El antiguo hogar de los gitanos, la India, tuene muchas figuras vampíricas míticas. El Bhuta es el alma de un hombre que muere antes de su tiempo. Merodeaba animando cuerpos muertos de noche y atacaba a los vivos como un ghoul. En el norte de la India se podía encontrar al brahmaparusha, una criatura cuasi-vampírica con un cuerpo rodeado de intestinos y una calavera de la que bebía sangre.

El vampiro Indio más famoso es Kali que tenía colmillos, usaba un collar de cadáveres o calaveras y tenía cuatro brazos. Sus templos se hallaban cerca de los crematorios. Ella y la diosa Durga combatieron al demonio Raktabija que podía reproducirse a si mismo de cada gota de sangre derramada. Kali bebió toda su sangre para que nada se derramara, y así ganó la batalla y mató a Raktabija.

Sara o la Diosa Negra es la forma en que Kali sobrevivió entre los gitanos. Ellos creen que las tres Marías del Nuevo Testamento fueron a Francia y bautizaron a una gitana llamada Sara. Aun tienen una ceremonia cada 24 de Mayo en la aldea francesa donde se supone que esto sucedió. Un vampiro gitano se llamaba mullo (uno que murió). Se creía que este vampiro regresaba para hacer
cosas maliciosas y /o beber la sangre de una persona (usualmente un pariente que había causado su muerte, o no había hecho bien la ceremonia funeraria, o que conservaba las posesiones del muerto en lugar de destruirlas como era apropiado.)

Las vampiras podían volver y tener una vida normal e incluso casarse, pero dejaban a sus esposos exhaustos. Se creía que cualquiera que tuviera apariencia horrible, le faltara un dedo, o tenía apéndices animales, etc. era vampiro. Incluso las plantas o los perros, los gatos o los animales de la granja podían convertirse en vampiros. Las calabazas o los melones que se mantenían
demasiado en la casa comenzaban a moverse, hacer ruidos o a mostrar sangre.




Para librarse de un vampiro, la gente contrataba a un dhampiro (el hijo de un vampiro y su viuda) para que detectara al vampiro. Para alejar a los vampiros, los gitanos clavaban clavos de acero o hierro en el corazón del cadáver y ponían pedazos de acero en su boca, sobre los ojos y oídos y entre los dedos en el momento del entierro. También ponían madera espinosa en la media del
cadáver o clavaban una estaca de madera espinosa a través de las piernas. Otras medidas eran clavar estacas en la tumba, dejar caer agua hirviendo sobre ella, decapitar al cadáver, o quemarlo.

A pesar de la disrupción de las vidas de los gitanos por los varios regímenes comunistas de Europa oriental, ellos retienen aun mucho de su cultura. En 1992 un nuevo rey de los gitanos fue elegido en Bistritz, Rumania.




y bueno es asi como doy por cerrada esta parte del tema es un tema real mente extenso que aun no termina pues falta hacer incapie en muchas otras culturas que tambien tienen en su folklore a los vampiros y me gustaria ver con mas detenimento




martes, 20 de octubre de 2009

HADAS


Hada
hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas.
Las leyendas celtas hablan del reino de los Áes Sídhe (pronunciado Os Shi) también conocido en idioma inglés como Fairy Folk, y donde la mejor traducción a nuestro idioma sería Hadas, si bien es importante recalcar que no se habla de la concepción victoriana de la Hadas, esos seres diminutos con alas de mariposa. Los Áes Sídhe, son seres semidivinos que viven entre este y el otro mundo, con conexiones importantes con la naturaleza y las deidades, la mayoría de los relatos los representan como gente no muy alta, pero de aspecto y altura humana, de tez blanca, ojos claros y pelo muy negro.

En los relatos medievales, las hadas (a veces llamadas "El Buen Pueblo" o "La Buena Gente") aparecen relacionadas con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas.

En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas.

En la mitología cántabra se las llama anjanas, entre las que están las Ijanas del Valle de Aras, cuya característica es que tienen pechos descomunales y son feas, pero pueden cambiar de apariencia a voluntad. Este mismo tipo de hadas se encuentra en la isla de Gotland, en Suecia. En Galicia se llaman sacias, en Cataluña además de fada, se le llaman goljas y en Baleares Damas de aiguo.

La mitología nórdica y la griega -encarnada en las ninfas y dríades de Homero y Ovidio- influyeron en el concepto que los primeros bardos se formaron de las hadas, pero andando el tiempo los escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos llegaron a poseer un cuerpo lleno vivo de tradiciones, fundado principalmente en las leyendas celtas.
Inicialmente se atribuyeron a las hadas proporciones humanas, pero las diminutas y etéreas criaturas de Shakespeare influyeron poderosamente en las concepciones posteriores de los poetas ingleses.

Varios rasgos comunes caracterizan a estos habitantes del ultramundo en todos los países: se clasifican en benéficas y perversas, precisan ocasionalmente de apoyo humano, sus órdenes deben cumplirse estrictamente so pena de terribles castigos, etc.

Algunas de ellas son hadas convertidas en tales pero que antes habían sido mujeres humanas. Estas se convirtieron en hadas a causa de alguna infracción contra la naturaleza (ya que es el sitio en donde viven), siendo castigadas por ello a tener tal apariencia, incluso a vivir en el mundo de las hadas. Pueden ser desencantadas de diversas maneras en fechas concretas del año, como en La noche de San Juan y por ejemplo cuando se asoman a las aguas cristalinas y piden ser desencantadas. Para las que se convertían en hadas o cruzaban el límite existente entre el mundo humano y el de las hadas, el tiempo en el espacio cambiaba ya que un día o un mes podía ser un año o un siglo.

Hay varias hadas con poderes nocivos que lo llegan a utilizar contra los humanos, la mayoría de las veces por maltratar la naturaleza (talar un bosque sería una auténtica catástrofe para su mundo). Llegaban a raptar a niños para cambiarlos por seres feéricos totalmente iguales a los niños raptados. Así intentaban crear una estirpe entre humanos y hadas, aunque los niños morían al poco tiempo, ya que eran pálidos y enclenques. En la Edad Media a todos aquellos niños que estaban pálidos y delgados se les consideraba que eran hijos de las hadas y habían ocupado el lugar del verdadero hijo.

Otras veces engatusaban a un hombre de noble estirpe transformándose en mujeres de belleza inigualable para quedarse embarazadas de estos y dar a luz un ser mitad humano y mitad feérico. Para que el ser sobreviviera el marido no debía de rezar nunca y jamás deberían ver a las hadas desnudas por completo.

Este conjunto de supersticiones, derivadas de las creencias anímicas de todos los pueblos antiguos, ha inspirado a notables literatos sus fabulosos "cuentos de hadas".

La variedad de labores que llevan a cabo las hadas es casi infinita además de cantar y bailar, ayudan a los hombres en el campo, ejercen su control sobre el tiempo protegiendo las cosechas. Durante muchos meses ellas esperan impacientes la llegada de la primavera. También saben el día exacto en que brotaran las primeras flores pero prefieren mantener el secreto.

Trol


Un trol (del nórdico troll) es un temible miembro de una mítica raza antropomorfa del folclore escandinavo. Su papel en los mitos cambia desde gigantes diabólicos —similares a los ogros de los cuentos de hadas ingleses— hasta taimados salvajes más parecidos a hombres que viven bajo tierra en colinas o montículos, inclinados al robo y el rapto de humanos que, en el caso de los infantes, eran sustituidos por niños cambiados. También se les puede llamar «gente de la colina» o «del montículo». En los cuentos de las islas Shetland y Orkney, los troles son llamados trowes.
La literatura, el arte y la música nórdica de la época romántica en adelante ha adaptado los troles de diversas formas; a menudo con la forma de una raza aborigen, dotados de enormes orejas y narices. Desde aquí, así como desde cuentos de hadas escandinavos como El gruñido de los tres chivos, los troles han alcanzado reconocimiento internacional y, en la literatura fantástica y los juegos de rol modernos, aparecen hasta el extremo de ser personajes tipo.

El significado de la palabra troll es incierto. Originalmente podría haber tenido el significado de «sobrenatural» o «mágico» con un revestimiento de «maligno» y «peligroso». Otra probable sugerencia es que significa «alguien que se comporta violentamente». En la antigua ley sueca, trolleri era un tipo particular de magia usada para provocar daño. Debería advertirse que términos escandinavos como trolldom (brujería) y trolla/trylle («realizar trucos de magia») no implican relación alguna con los seres mitológicos. Más aún, en las fuentes de la mitología escandinava, troll puede significar cualquier ser extraño, incluyendo pero no limitado a los gigantes nórdicos (jötnar).
En Skáldskaparmál, el poeta Bragi Boddason encuentra una trol femenina que le saluda con estos versos:


Troll kalla mik ‘Me llaman trol,
tungl sjötrungnis, roedora de la Luna,
auðsug jötuns gigante de los vendavales
élsólar böl, maldición de las lluvias,
vilsinn völu, compañera de la Sibila,
vörð náfjarðar arpía nocturna errante
hvélsvelg himins – tragona del pan celestial.
hvat's troll nema þat? ¿Qué es si no un trol?

El ambiguo significado original de la palabra troll parece haber pervivido algún tiempo después de que la antigua literatura escandinava fuese documentada. Esto puede verse en términos tales como sjötrollet («trol del mar»), sinónimo de havsmannen («hombre del mar»), un espíritu protector del mar y especie de equivalente masculino de la sjörå (véase huldra).
En Escandinavia hay muchos lugares llamados en honor a los troles, como la ciudad sueca de Trollhättan («capucha de trol») y la legendaria montaña Trollkyrka («iglesia de trol»).
Gradualmente puede discernirse la formación de dos tradiciones principales sobre el uso de troll. En la primera, el troll es un descendiente directo de los jötnar escandinavos, grande y bruto. Se les suele describir como feos o con características animales como colmillos u ojos ciclópeos. Ésta es la tradición que ha llegado a dominar cuentos de hadas y leyendas (véase más abajo), pero también el concepto prominente de troll en Noruega. Como regla general, lo que sería llamado un «troll» en Noruega sería en Dinamarca y Suecia un «gigante» (jætte o jätte, derivado de jötunn).
En algunos relatos noruegos, tales como la balada medieval Åsmund Frægdegjevar [2], los troles viven en una lejana tierra norteña llamada Trollebotten, cuyo concepto y ubicación parecen coincidir con el antiguo Jötunheimr escandinavo.
La segunda tradición es más prominente en el sur de Escandinavia. Inversamente, lo que sería llamado troll en el sur de Suecia y Dinamarca se llamaría huldrefolk en Noruega y vitterfolk en el norte de Suecia (véase wight). El término sureño se originó probablemente por una generalización de los términos haugtrold («trol del montículo») o bergtroll («trol de la montaña»), ya que los troles de esta tradición residen bajo tierra.
Estos troles son muy parecidos a los humanos en apariencia. A veces tenían una cola escondida en sus ropas, pero ni siquiera eso era definitivo. Un forma frecuente de reconocer a un trol con aspecto humano en el folclore es fijarse mejor en lo que visten: en particular, las mujeres trol iban a menudo vestidas demasiado elegantemente para ser mujeres humanas que se mueven con frecuencia por el bosque.
Sin embargo, la mayoría de las veces los troles se mantenían invisibles y así podían viajar sobre los vientos, como en el caso del trol de viento Ysätters-Kajsa, o colarse en los hogares humanos. A veces sólo podía oírseles hablar, gritar y hacer ruido, o el sonido de su ganado. Similarmente, si se estaba en el bosque y se olía comida guisándose, se sabía que había un trol viviendo cerca. Los troles también eran famosos por su habilidad para cambiar de forma, adoptando el aspecto de troncos caídos o animales como gatos y perros. Una noción bastante frecuente es que a los troles les gustaba aparecer como bolas de hilo rodantes.
Mientras los grandes troles ogrunos aparecen a menudo como seres solitarios, se creía que los troles «pequeños» era seres sociales que vivían juntos, como los humanos pero en el bosque. Criaban animales, cocinaban y horneaban pan, eran excelentes en la artesanía y celebraban grandes banquetes. Como muchas otras especies del folclore escandinavo, se decía que vivían en complejos subterráneos, accesibles desde entradas bajo grandes cantos rodados del bosque o las montañas. Estos cantos podían estar erigidos sobre pilares de oro. En sus moradas, los troles acumulaban oro y tesoros. Había discrepancias sobre si los troles eran básicamente malvados o no, pero a menudo trataban a la gente como ellos eran tratados. Sin embargo, los troles podían provocar mucho daño cuando eran vengativos o juguetones, y a pesar de otras cosas siempre eran paganos. Los troles también eran grandes ladrones, y les gustaba robar la comida que los granjeros almacenaban. Podían entrar invisibles en los hogares durante los banquetes y comer de los platos de forma que no hubiese bastante comida, o echar a perder la cerveza y el pan de forma que faltase o no fuese suficiente.
A veces los troles raptaban a gente para hacerlos sus esclavos o al menos sus prisioneros. Estas pobres almas eran conocidas como bergtagna («llevados a la montaña» o «tomados por la montaña»), que también es la palabra escandinava para «llevarse por arte de magia». Estar bergtagen no sólo se refería a la desaparición de la persona, sino también a que tras su retorno, quedaban afectados por la locura o apatía provocada por los troles. Cualquiera podía ser raptado por los troles, incluso el ganado, pero el mayor riesgo lo corrían las mujeres que habían dado a luz pero no habían sido llevadas aún de vuelta a la iglesia.
Ocasionalmente, los troles robaban incluso un bebé recién nacido, dejando a su propio vástago, un (bort)byting («niño cambiado»), en su lugar.
Para guardarse de los troles siempre podía confiarse en el Cristianismo: las campanas de iglesia, un crucifijo o incluso palabras como «Jesús» o «Cristo» servían contras ellos. Como otras criaturas del folclore escandinavo, también temían al hierro. Además de eso, fueron perseguidos por Thor, uno de los últimos vestigios de la antigua mitología escandinava, quien arrojaba sus martillos como rayos para matarlos. Estos martillos podía luego encontrarse en la tierra (en realidad hachas de la Edad de Piedra) y usadas como talismanes protectores.

Mientras el folclore popular consistía fundamentalmente en anécdotas cortas que describían cosas que (supuestamente) sucedieron a gente cercana, los cuentos de hadas son relatos que rara vez reclamaban ser ciertos de la misma forma. Muchos de los cuentos de hadas donde aparecen troles fueron escritos a finales del siglo XIX y principios del XX, reflejando el romanticismo de la épica, y publicados en colecciones de cuentos de hadas como Tomtar och Troll. Estos relatos, así como las ilustraciones de artistas como John Bauer y Theodor Kittelsen, llegarían a formar las ideas que la mayoría de la gente tiene actualmente sobre los troles.
En las leyendas de las Edad Media y anteriores también aparece un tipo de troles de dimensiones más horripilantes. Esto podría reflejar una visión pasada de los troles como criaturas claramente malvadas que se suavizaría en el folclore posterior (véase más arriba), o ser sólo otro ejemplo de relatos fantásticos exigiendo dimensiones fantásticas.
En los cuentos de hadas y leyendas los troles son menos la gente que vive junto a los humanos y más criaturas aterradoras. Particularmente en estos relatos aparecen con cualquier tamaño, variando éste desde el de los enanos hasta el de los gigantes. A menudo se les considera poco inteligentes (especialmente a los masculinos, pues las femeninas o trollkonor pueden ser bastante astutas), muy fuertes, de grandes narices, brazos largos, peludos y no muy hermosos (siendo de nuevo las féminas una excepción, al ser con frecuencia bastante atractivas). En los cuentos de hadas escandinavos los troles a veces se vuelven de piedra si les da la luz del sol.
Los siguientes extractos de la balada danesa Eline af Villenskov describen el aspecto físico de los troles en la mitología escandinava:

Había setecientos troles,
eran feos y adustos,
harían una visita al granjero,
para comer y beber con él.
Entonces dijo el trol más pequeño(no era mayor que una hormiga):
«Aquí viene un cristiano,
al que seguro manejaré».

Edvard Grieg, el más importante compositor noruego del siglo XIX, escribió varias piezas sobre los troles, incluyendo una partitura basada en el Peer Gynt de Henrik Ibsen, la famosa En el salón del rey de la montaña y la Marcha de los troles. Sobre sus motivaciones, Grieg escribió: «Lo peculiar en la vida fue lo que hizo salvaje y loco... poder enano y salvajismo indomable... fantasía bizarra y audaz.» El antiguo hogar de Grieg, Troldhaugen («la colina del trol») es hoy un museo.
Como Grieg, el director Johan Halvorsen era un compositor nacionalista noruego. Escribió La princesa y el trol gigante, Los troles entran en la montaña azul y la Danza de los troles pequeños.
Geirr Tveitt fue fuertemente influenciado por el romanticismo de Grieg y su exploración cultural del folclore escandinavo y la música tradicional noruega. Las Canciones trol de Tveitt incluyen obras tales como El violinista trol enfadado y El chico con el tesoro trol. El 80% de las obras de Tveitt se perdió trágicamente en un incendio.
En la literatura infantil sueca, los troles no son malos por naturaleza, sino primitivos e incomprendidos. Sus fechorías se deben a una combinación de rasgos humanos básicos y comunes, como la envidia, el orgullo, la avaricia, la ingenuidad, la ignorancia y la estupidez. En algunos de los cuentos de hadas escritos por Elsa Beskow a principios del siglo XX, los troles se muestran también como una raza autóctona de cazadores y recolectores que huyen de la civilización invasora humana. Donde los hombres hacen una carretera, los troles desaparecen.
Los niños escandinavos pequeños suelen entender el concepto de los troles, y una manera de habituarles a cepillarse los dientes es decirles que se deshagan de los pequeñísimos «troles de los dientes» que de otra forma harían agujeros en ellos. Es éste un recurso pedagógico usado para explicar las bacterias por el autor noruego Torbjørn Egner en su historia Karius og Baktus.
La autora sueco-finlandesa Tove Jansson ha alcanzado fama mundial con sus Moomintrolls.
En el género de la paleoficción, el prestigioso paleontólogo finés Björn Kurtén ha jugado con la teoría (por ejemplo, en La danza del tigre) de que los troles sean un lejano recuerdo de un encuentro con los neandertales de nuestros ancestros los cromagnones hace unos 40.000 años durante su migración hacia el norte de Europa. El paleoantropólogo español Juan Luis Arsuaga proporciona pruebas de estos tipos de encuentros en su libro El collar del neandertal. La teoría de que los neandertales y los cromagnones ocupasen la misma zona de Europa en la misma época histórica ha sido corroborada por pruebas fósiles. Los neandertales bien pueden haber sobrevivido en épocas históricas y puede que se les recuerde como troles, pero hay pocas evidencias a favor de esta teoría. Otros investigadores creen que las historias sobre troles pueden referirse simplemente a tribus vecinas.
Hay cierta especulación sobre si la famosa historia Rumpelstiltskin surgió a partir de un cuento popular sobre troles que guarda muchas similitudes. Aunque la historia original del trol incluye a un predicador que contrata a un trol para construir una iglesia en lugar de una mujer que necesita hilar paja en otro, el elemento central de un pacto que debe ser satisfecho adivinando el nombre de la otra parte, y la subsiguiente muerte del trol o ser cuyo nombre es adivinado resulta central en ambas historias.

En la Tierra Media de J. R. R. Tolkien, los troles son humanoides muy grandes (cerca de 3 metros de alto), inmensamente fuertes y de poca inteligencia. Se dividen en varios tipos: troles de las colinas, de las montañas, de las nieves, de las cuevas y de piedra (que se petrifican cuando les da la luz del sol). Aunque se describen muchos de los distintos tipos, los únicos con los que se encuentran los personajes son tres troles de las colinas (por parte de Bilbo) y un troll de las cuevas por la Comunidad en Moria.
En los libros del Mundodisco de Terry Pratchett, los troles son grandes criaturas compuestas de roca que se alimentan también de ésta. Tienen una tendencia cultural hacia la violencia, y su inteligencia es inversamente proporcional a la temperatura, haciéndoles bastante estúpidos en climas templados. Su tamaño aumenta con la edad, desde guijarros hasta montañas. Arrastran la mala fama de comerse a la gente, pero este estereotipo es falso, pues son incapaces de digerir nada que no sea roca (sin embargo, algunos troles de las regiones montañosas de Uberwald no han empezado a comprender este hecho). Prestan sin embargo especial atención a evitar reducir humanos a pulpa sin querer para poder ser socialmente aceptados. El bar El Tambor Remendado tiene contratado troles como personal de seguridad. Se les llama «salpicadores» porque, como puede deducirse de las implicaciones de un ser silíceo rebotando contra un humano, los troles no son muy buenos «rebotadores». Los yetis son una subespecia de trol que viven en zonas montañosas y que hila su lana de roca (aunque sólo ellos saben exactamente cómo). Los yetis del Mundodisco pueden «salvar» sus vidas si creen que va a haber algún tipo de peligro, procediendo entonces con la tranquila seguridad de que si mueren, volverán al punto salvado y harán todo de nuevo, excepto por que «esta vez no será tan estúpido». Esto se describe como una especie de premonición retroactiva.
En el mundo de Harry Potter, los troles son monstruos gigantes que matan todo lo que encuentran. En Harry Potter y la piedra filosofal, Harry y Ron Weasley salvan a Hermione Granger de un trol de las montañas adulto. En la película el trol fue animado por computadora. Hay algunas otras menciones más a los troles; por ejemplo, se rumoreó que la escoba que Dolores Umbridge «confiscó» a Harry está guardada por troles. Los «troles de seguridad» son también mencionados en varios lugares: aparentemente pueden ser contratados como guardas.
En la serie Artemis Fowl, los troles son la mayor de las razas de hadas. Son monstruos peludos de inmensa fuerza y poca o ninguna inteligencia. Luchan con un par de colmillos o con garras retráctiles venenosas en cada «mano». El veneno hace que la víctima entre en una euforia paralizando y que pierda la consciencia.
En la trilogía de novelas fantásticas Añoranzas y pesares de Tad Williams, el trol es descrito como un cruce entre enano y esquimal. Habitan las montañas, donde viven en tribus comunales bajo estrictos principios que incluyen la sentencia a muerte en caso de mezclarse con razas extranjeras. Viajan por los precarios salientes de las montañas a lomos de ágiles cabras montesas.
El el libro La historia interminable de Michael Ende, los troles son criaturas con forma de árbol, análogas a los ents de Tolkien.

En el juego de rol Dragones y Mazmorras, los troles son monstruos altos y delgados de piel verde y grandes narices puntiagudas. En el juego, los troles regeneran continuamente el daño que reciben, a menos que haya sido causado por ácido o fuego. (Esta versión del trol procede de la historia de Poul Anderson Tres corazones y tres leones.)
En el juego de rol Earthdawn, los troles son una raza alta, musculosa y honesta que pueden escoger los jugadores. Los troles de este juegos tienen cuernos retorcidos como las cabras, mucho pelo corporal y prominentes caninos inferiores.
En el juego de rol Shadowrun, los troles son también una raza disponible para los personajes de los jugadores.
En el Palladium Fantasy Role-Playing Game, los troles son una raza de crueles gigantes. Aunque son tan inteligentes como los humanos, tienden hacia la impulsividad y la violencia, y por tanto no logran mucho en el camino de la civilización.
En videojuegos de temática fantástica, los troles aparecen con diversas formas y temperamentos. En EverQuest, un exitoso MMORPG, los troles son una de las opciones de los jugadores al elegir su personaje. En Dark Age of Camelot, los troles son también una raza de los jugadores pero se parecen más golems de piedra, aunque aparecen entre las filas del Midgard nórdico.
La mayoría de los videojuegos adoptan el tipo de trol de Dragones y Mazmorras, con algún tipo de regeneración.
Los troles de Warhammer son similares a los de Dragones y Mazmorras y además tiene un ácido estomacal altamente corrosivo que puede disolver cualquier cosa, desde carne y huesos hasta rocas y metales. Hay muchas variedades diferentes de trol, tales como los viscosos troles de río y los troles de piedra resistentes a la magia. Estos troles son bastante estúpidos, y se alían típicamente con los orcos.
En la serie de juegos para PC Warcraft de Blizzard Entertainment, los troles son una raza ágil, resistente y despierta. Son salvajes, empuñan lanzas y hachas y practican vudú. Hay cinco variedades de troles en Warcraft: los troles de bosque verdes de Zul'Aman, los troles de escarcha azulados de Northrend y Khaz Modan, los grandes troles oscuros de Ashenvale, los misteriosos troles de desierto de Tanaris, y los numerosos troles de jungla. De las muchas tribus de troles de jungla, la tribu de Darkspear se exilió de su valle nativo (Straglethorn), y se aliaron con la Horda cuando su nueva isla fue atacada. Estos troles regeneran el daño bastante rápidamente gracias al hecho de que su piel es en realidad una sustancia parecida al musgo. Los troles de Warcraft difieren de la mayoría de representaciones en que son mentalmente lentos y una de las razas más habilidosas del juego.
En los videojuegos Simon the Sorcerer y King's Quest aparecen troles que guardan puentes, y que son ahuyentados con la ayuda de cabras (una referencia a la leyenda popular). En The Secret of Monkey Island, el protagonista Guybrush Threepwood se encuentra con un trol que no le permite cruzar un puente. Poco después, se descubre que dicho trol es un hombre disfrazado, parecido a George Lucas.
En el videojuego Age of Mythology los troles aparecen como humanoides de piel gris, algunos con dos cabezas.

BIBLIOGRAFÍA
Folktro från förr, Ebbe Schön (2001), ISBN 91-7203-420-3
Troll och människa, Ebbe Schön (1999), ISBN 91-27-06873-0
Svensk folktro A-Ö, Ebbe Schön (1998), ISBN 91-518-2892-8
Trollmakter og godvette, Olav Bø (1987), ISBN 82-521-2923-4

jueves, 8 de octubre de 2009

para empezar los elfos


Elfos

Los elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente fueron considerados una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos.


La palabra elfo proviene del proto-germánico *albo-z, *albi-z, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe.
La etimología primordial puede ser la raíz proto-indoeuropea *albh- que significa "blanco", del cual también proviene el latín albus "blanco".
Los términos correspondientes en las lenguas germánicas son:
Germánico nórdico
Nórdico antiguo: álfr, plural álfar.
Islandés: álfar, álfafólk y huldufólk (gente escondida).
Danés: Elver, elverfolk o alfer
Noruego: alv, alven, alver, alvene / alvefolket
Sueco: alfer, alver o älvor
Germánico occidental continental
Neerlandés: elf, elfen, elven, alven (neerlandés medio alf)
Alemán: del inglés: Elf (m), Elfe (f), Elfen "hadas". Elb (m, plural Elbe o Elben) es un término reconstruido, mientras que Elbe (f) está atestiguado en el alto alemán medio. Alb, Alp (m), plural Alpe tiene el significado de "íncubo" (antiguo alto alemán alp, plural *alpî o *elpî).
Gótico *albs, plural *albeis


Las descripciones más tempranas preservadas de los elfos provienen de la mitología nórdica. En nórdico antiguo eran llamados álfar (singular, caso nominativo: álfr), y a pesar de que no existen descripciones más antiguas o contemporáneas, la aparición de seres etimológicamente relacionados a los álfar en varios folklores posteriores, sugiere fuertemente que la creencia en elfos era común entre todos los pueblos germánicos, y que no sólo se limitaba a los antiguos escandinavos.
A pesar de que el concepto en sí mismo nunca está definido claramente en las fuentes existentes, los elfos parecen haber sido concebidos como seres humanoides poderosos y hermosos. Nunca se han registrado mitos sobre los elfos.